Andreu Alfaro

Andreu Alfaro fue un escultor español fundamental en la renovación del arte contemporáneo. Autodidacta, inició su camino en la pintura y el dibujo, pero pronto encontró en la escultura su verdadero lenguaje. Su visita a la exposición 50 años de arte moderno en Bruselas, en 1958, marcó un antes y un después en su trayectoria, orientándolo hacia la abstracción y la investigación formal.

En 1956 se integró en el Grupo Parpalló, con el que impulsó la modernización artística valenciana. Desde entonces desarrolló un estilo personal basado en la geometría, la repetición y el ritmo visual, utilizando materiales industriales como hierro, acero y aluminio. Sus obras, de líneas puras y estructuras abiertas, exploran la relación entre forma, espacio y luz, logrando una armonía que recuerda tanto al constructivismo como a la tradición mediterránea.

En los años sesenta creó su célebre serie Generatrices, esculturas compuestas por barras metálicas curvadas que generan movimiento y dinamismo. Estas piezas, muchas de gran formato, se convirtieron en referentes del arte público en España y Europa, instaladas en plazas, avenidas y espacios urbanos.

Representó a España en la Bienal de Venecia en varias ocasiones y fue objeto de importantes retrospectivas en instituciones como el Palacio de Velázquez de Madrid y el IVAM de Valencia. Su trayectoria fue reconocida con galardones como el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981.

Tras su muerte, su taller se transformó en el Espai Alfaro, un espacio dedicado a preservar y difundir su obra, manteniendo vivo su legado. Con un lenguaje que combina rigor geométrico y sensibilidad poética, Andreu Alfaro se consolidó como uno de los grandes escultores españoles del siglo XX.