Alphonse Mucha
Alphonse Maria Mucha fue un pintor, ilustrador y artista decorativo checo, figura emblemática del Art Nouveau. Tras sus primeros estudios artísticos en Viena y Munich, se trasladó a París en los años ochenta, donde creó el cartel para Gismonda (1895) de Sarah Bernhardt. Este le convirtió en la nueva sensación del diseño gráfico y sentó las bases de un estilo propio, caracterizado por líneas sinuosas, motivos florales, paletas suaves y figuras femeninas idealizadas.
Su enfoque decorativo trascendió el cartelismo: diseñó joyería, tapices, mobiliario, escenografía y vestuario, fusionando la funcionalidad publicitaria con una estética refinada. A pesar de cierta incomodidad hacia el término “Art Nouveau”, su estilo se convirtió en sinónimo del movimiento. En el cambio de siglo, trabajó en publicidad, revistas y campañas, siempre con una fuerte impronta visual y formalmente armónica.
En su madurez, regresó a Checoslovaquia para consagrarse a su obra más ambiciosa: La Epopeya Eslava, un ciclo de veinte lienzos monumentales entre 1910 y 1928, que narra la mitología e historia de los pueblos eslavos. Esta obra, donada al Estado y conservada en Praga, es su legado más personal y simbólico.
Además de su obra plástica, contribuyó al diseño de símbolos nacionales: monedas, sellos, decoraciones cívicas e incluso vitrales de la catedral de San Vito. En vida y tras su muerte, su influencia se extendió más allá del arte decorativo: fue un puente entre lo popular y lo monumental.
Hoy Mucha sigue siendo admirado por su capacidad para fusionar ornamento, narrativa y sensibilidad poética. Su arte sigue inspirando moda, ilustración, diseño gráfico y cultura visual contemporánea, consolidando su estatus como referencia universal del Art Nouveau.
Ivančice (Imperio austríaco, hoy República Checa), 1860 – Praga (Checoslovaquia), 1939