Laxeiro
El pintor Xosé Otero Abeledo, representante del Movimiento Renovador de la pintura gallega nació en 1908 en las tierras de la ribera del Deza, rodeado de lastres ( laxes en gallego) de las cuales hizo derivar su nombre artístico, Laxeiro. De muy pequeño se marchó a Cuba y en el Centro Gallego de La Habana recibió sus primeras lecciones de pintura.
Compaginó los estudios nocturnos con los trabajos de escenógrafo, agente publicitario o proyectista de vidrieras artísticas. Una inoportuna enfermedad lo devolvió a Galicia, donde revivió los trasmundos de las viejas leyendas aldeanas, que impregnarían el sentido expresionista de su primera etapa artística.
En 1931 se matriculó en la Academia de San Fernando y visita constantemente el Museo del Prado para empaparse de Tiziano y Goya. Después de su primera exposición individual en la Facultad de Filosofía y Letras de Santiago (1934), se consolida como un nuevo valor de la pintura gallega.
Su segunda etapa (1942-1951) transcurre en Vigo y se caracteriza por el primitivismo ingenuo de los carnavales y de los temas fantásticos, que culmina en una de sus más importantes obras: el trasmundo. Tras la realización de este complejo programa iconográfico, en 1951 participó en Buenos Aires en una exposición colectiva, y allí permaneció hasta finales de 1960, exponiendo asiduamente y escribiendo.
Fue el propio Laxeiro quien dio por finalizada esta etapa con la exposición en la Galería Biosca en 1968, en la que expuso la producción más representativa de su expresionismo surrealista. De regreso de América se estableció entre Vigo y Madrid, trabajando en un repertorio más libre y lúdico.
(Fuente: lembranzas-ines.blogspot.com)