Mertxe Periz es una artista nacida en el País Vasco, licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco en 1985. Al año siguiente obtuvo el Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) en la misma universidad y, a lo largo de su carrera, ha ampliado su formación en didáctica del arte contemporáneo a través de cursos y seminarios oficiales e independientes. Desde sus inicios, ha compaginado la práctica artística con la investigación educativa, explorando cómo el arte puede convertirse en herramienta pedagógica y social.
En sus primeras décadas de trabajo, Periz participó en numerosas exposiciones colectivas e individuales en galerías y centros de arte como Windsor y Vanguardia en Bilbao, Adhoc en Vigo, Pintzel en Pamplona o la Sala Rekalde de Bilbao. También presentó su obra en espacios internacionales como el Centre International d’Art Contemporain de Bruselas, el Centre Hospitalier de Hoerdt en Estrasburgo o el Museum ZAMEK OPALINSKI de Poznan, en Polonia. Asimismo, tomó parte en ferias de arte como ARCO, consolidando su presencia en el panorama artístico contemporáneo.
Su obra se caracteriza por el interés en el dibujo, la figura humana y la interacción del cuerpo con el paisaje y el entorno. A menudo trabaja también con escultura e instalación, buscando un diálogo entre lo íntimo y lo colectivo. Ejemplo de ello es su proyecto Viajeritas (2010), en el que creó figuras femeninas recortables que viajaban con distintas personas, siendo fotografiadas en múltiples lugares y narrando, a través de esos desplazamientos, historias sobre movimiento, identidad y pertenencia.
En los últimos años ha desarrollado proyectos como Dibujos de memoria (2014), Viajeritas 2 (2016) y Tránsitos (2017), donde presentó pequeñas esculturas humanas acompañadas de fotografías y dibujos que reflejan el paso del tiempo y la relación entre cuerpo y territorio. También destaca su participación en Bosteko 2019, con la serie Retal de huellas, en la que siluetas humanas aparecen integradas en paisajes naturales, evocando la huella del ser humano en la naturaleza y la memoria del propio entorno.
Además de su obra artística, Periz ha desarrollado una labor pedagógica sostenida en museos, centros culturales y sociales, diseñando programas para públicos diversos. Su trabajo conecta la creación con la educación, promoviendo una reflexión crítica sobre el arte contemporáneo y su capacidad de generar transformación social. Reconocida con becas como la de la Diputación Foral de Bizkaia (1986-88), la de Investigación en Poznan (1996) o las ayudas a las Artes Plásticas (1997), su carrera combina sensibilidad estética, compromiso social y una constante experimentación entre disciplinas.