Edouard Manet

Édouard Manet nació el 23 de enero de 1832 en una familia acomodada del barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés. Estudió primero en el instituto Poiloup y más tarde en el prestigioso Collège Rollin, donde comenzó a formarse en dibujo a los 12 años. Tras no ser admitido en la academia naval, optó por el arte e ingresó en la Escuela de Bellas Artes, bajo la dirección de Thomas Couture.

Pronto rompió con el clasicismo académico. Después de seis años con Couture, abandonó su taller para compartir uno con Albert de Balleroy. Decepcionado por la enseñanza rígida de su maestro, buscó un nuevo lenguaje artístico en el Louvre y durante sus viajes por los Países Bajos, Alemania, Italia y más tarde España.

Con El bebedor de ajenjo, pintado en 1859, firmó su primera obra verdaderamente personal. Rechazada por el jurado del Salón de París, la obra marcó el inicio de su carrera pública. Dos años después, El cantante español le valió una mención honorífica y consolidó su reconocimiento.

El año 1863 marcó un punto de inflexión decisivo. Presentó Almuerzo sobre la hierba y Olympia, dos obras consideradas escandalosas que lo colocaron en el centro del debate artístico. A pesar de las críticas, revelaron la fuerza de su visión y su voluntad de ruptura.

A su alrededor se formó una comunidad de vanguardia, compuesta por pensadores y artistas en busca de renovación. Aunque nunca se declaró impresionista, Manet se convirtió en una figura clave del movimiento, admirado por Baudelaire, Zola, Cézanne y Berthe Morisot.

A partir de 1870, su colaboración con Claude Monet lo llevó a explorar la pintura al aire libre, lo que transformó su forma de captar la luz y la vida cotidiana. Édouard Manet falleció el 30 de abril de 1883, a los 51 años, tras una amputación de pierna.

(Fuente: reprodart.com)